Solo tres cosas sobre este asunto:
1. Todos nuestros respetos para James Taylor, hacedor de bellísimas canciones contenidas en discos sublimes como Sweet Baby James, Mud slide slim and the blue horizon o One man dog, los tres de principios de los setenta.
2. Obviamente, James necesita un asesor de imagen menor de ¿95 años?, que le impida salir en la portada de un disco calzando ese gorro de lana, abrigado tan agresivamente y con una ridícula cajita navideña en las manitas. ¿De verdad que nadie le dijo al músico que esa foto “no era la adecuada”?
Y 3. Hay ocasiones en el mundo de la música en que la fealdad de la portada no se corresponde con un deficiente contenido. No es el caso. En realidad este disco es de 2006, pero se ha reeditado estos días con algunos temas extras. Melifluas versiones de Jingle bells, Santa Claus is coming to town o Have yourself a merry little Christmas. Puestos a elegir entre estos artefactos navideños nos quedamos en lo estético con el horterismo calculado de Rod Stewart y su reciente Merry Christmas, baby. Y en lo musical también, que incluye este juguetón villancico-soul con Cee-Lo Green:
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